¡Ah, los 40! Un hito que se supone que está lleno de sabiduría, gracia y quizás alguna cana. Pero déjame decirte que celebrar mi 40 cumpleaños fue más como hacer malabarismos con antorchas encendidas mientras montabas en monociclo: divertido, caótico y un poco aterrador.
Extrañando el sonido del hogar
Una de las cosas que más me impactó fue darme cuenta de que no podía llamar a mis abuelas. ¡Ay, cómo extrañaba oír sus risas resonando por el teléfono, interrumpidas por esos chistes ingeniosos en español dominicano que hacían reír a carcajadas a cualquiera! La idea de llegar a mis "años dorados" sin su sabiduría me parecía una fiesta sin merengue: un fastidio.
El desvío astuto no planificado
Ahora, hablemos de este estudio de manualidades que abrí. ¿Yo? ¿La persona que juró no volver a abrir un estudio de manualidades después de aquel fiasco de la purpurina de 2015? Sí, la vida es así de curiosa. Es como si mis guías espirituales y ancestros se hubieran reunido en una lluvia de ideas cósmica y hubieran dicho: "¡Démosle un giro a esta novela!".
El malabarismo eterno
La gente suele preguntar: "¿Cómo lo haces todo?". ¿Una familia, inversiones inmobiliarias, un trabajo a tiempo completo en marketing y la gestión de una organización sin fines de lucro ( DearGodAreWeThereYet.com )? Mi respuesta suele incluir una risa autocrítica y algo sobre mi TDAH, que anuncia con orgullo su presencia. Pero en el fondo, incluso yo me pregunto: "¿Cómo diablos lo logro?".
Un viaje de autodescubrimiento
Entonces llegó el punto de inflexión: leer "No empezó contigo" de Mark Wolynn. ¡Menuda revelación! Me hizo reflexionar sobre si este impulso y esta pasión que corren por mis venas son simplemente parte integral de mi identidad. Y justo cuando pensaba que la vida ya no podía darme más sorpresas, me convertí en madre de una niña apasionada como pocas. La trama de la novela, como dicen, se complica.
Señales, mensajes y fe
Siempre he creído en las señales, los mensajes y la fe. Así que, cuando llegó mi 40.º cumpleaños y la cafetería de México empezó a poner la única canción que mi abuela Felicita me cantaba todos los años, me descontrolé, para bien. Lágrimas, escalofríos, todo. Fue como si el universo me tocara el hombro y me susurrara: «No te han olvidado. No eres un error».
Legado y lecciones
Vengo de una familia de mujeres fuertes y resilientes que nos han enseñado mucho, tanto a mí como a mis padres. Claro, el camino no siempre fue de oro. La inmigración, con su mezcla agridulce de esperanza y dolor, dejó su huella. Pero si hay algo que estoy aquí para hacer, es romper ese ciclo de creencias limitantes y escasez.
Aquí estamos para ser ruidosos, audaces y extraordinarios
Así que, al despedirme de mis 30 y abrazar los fabulosos 40, lo hago con el corazón lleno de gratitud y un espíritu inquebrantable. A mis chicas dominicanas que me han convertido en la mujer que soy hoy, esto es para ustedes. Puede que sea mayor, pero también soy más sabia, más atrevida y estoy lista para afrontar lo que me depare el próximo capítulo.
Feliz cumpleaños a mí, Alicia, también conocida como la eterna petarda que está aquí para darle un toque especial al mundo. ¡Por 40 años de sueños, aventuras y un innegable sabor dominicano! 🎉🇩🇴
Así que, ahí lo tienen: un vistazo a mi viaje en montaña rusa de emociones, lecciones y un amor incondicional por la vida. ¡Brindo por cumplir 40 y disfrutar de cada momento fabuloso que trae consigo! ¡Salud! 🥂
Tu N iña Siempre,
Alicia